En el corazón mismo de un barrio lleno de casas de colores, se encuentra una de las paradas obligadas de extranjeros y locales por igual. Justo detrás del Caminito, de cara a la vía del tren, nos encontramos con un lugar que si no es el paraíso, está bastante cerca de serlo. La atención impecable, la calidad de la comida, el precio y el ambiente, nos vuelven absolutamente firmes en nuestra recomendación: ¡vayan a conocer El Gran Paraíso!